Se podría decir que la
Bodega Raventos i Blanc lo tiene todo: es una de las bodegas con la tradición vitivinícola más larga del mundo. En 1872 se elaboró el primer champán catalán en esta bodega. La finca y bodega se ubica en el municipio de Sant Sadurní d’Anoia y pertenece desde el año 1497 a la familia Raventós. Pepe Raventós, la actual vigésimo primera generación, trabaja hace más de quince años junto a su padre Manuel, la tierra de sus antepasados: en un entorno de ensueño, rodeado por frondosos bosques, un lago y dos colinas, se cultivan – además de las uvas para sus excelentes vinos espumosos – cereales, olivos, y almendros. Ovejas y cabras pastan por los viñedos, caballos trabajan la viña según métodos ancestrales. La vendimia se hace de forma manual y se utilizan infusiones de plantas como fitoterapia para controlar posibles enfermedades de la vid. Esta finca sostenible, autosuficiente y viva, que respeta la naturaleza al máximo, es certificada orgánica en 2009 por CCPAE (Consell Català de la Producció Agrària Ecològica) y biodinámica por Demeter desde 2013.